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EL VIEJO ROMANCE ENTRE
EL BIBLIOTECARIO Y LA BIBLIOTECA
- II -
Hospy | Abril 2015
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 

 

Escrito en: 13 de abril de 2015

 

Me devolví a la puerta, ya había anochecido y escampado, sin saber dónde realmente estaba, decidí continuar caminando por la calle hasta encontrar algún punto de referencia. Era angustiante, no estaba seguro de lo que hacía, el evento en aquel edificio me había atemorizado y ahora caminaba sin saber a dónde ir –no podía ser peor- pero me había equivocado.

 

En mi desorden de pensamientos no me había dado cuenta que un automóvil se venía contra mí, cuando me di cuenta fue muy tarde, la luz fue penetrante, luego se me apagaron mis recuerdos. Cuando me desperté todo estaba confuso, había una luz muy intensa sobre mi rostro -por un momento creí que seguía en la calle- pero de pronto se acercaron dos doctores, no alcance a escuchar sus conversaciones y otra vez me dormí.

 

Ya habían pasado tres semanas cuando volví a despertar, esta vez mi madre estaba frente a mí, sonriendo dijo 

 - ¡hola! -, le pregunte qué había pasado y me dijo que todo estaba bien. En la tarde del mismo día regrese a casa, “El viejo romance entre el bibliotecario y la biblioteca” estaba en mi regazo, aunque mi madre había estado a punto de dárselo a un vagabundo a fuera del hospital.

Una vez en la casa revise las páginas del libro robado y encontré una nota que decía:

 

Sigue la pista y hallaras.

 

Fue solo eso, nada más misterioso y confuso como esa nota. ¿A qué se refería? ¿Qué hallaría? ¿Cuál era la pista? ¿Por dónde tenía que iniciar?

 

DE HÉROES DE PAPEL A HÉROES DE SUEÑOS,
DE REALIDADES
Prisionero libre | Abril 2015
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 

 

 

Escrito en: 11 de abril de 2015

 

Locos que queman libros, inspectores, investigadores, artistas de la palabra y locuras sin explicación.

 

Lo acabe de leer hace un tiempo, largo o corto no importa, es relativo, un “algo” de historias que se combinan con palabras, sentimientos, colores un mundo que solo responde a lo imaginario, pero que siempre quiere venir a la realidad, buscando mentes abiertas, soñadoras, libres, inventivas…

 

Ahora, luego de prisioneros, de amores que volvieron a la vida, después de balas en el corazón y de identidades ficticias y al mismo tiempo reales, luego de personajes que se batieron entre una realidad, la mía, y otra, la suya, lograron enseñarme que, el mundo avanza, pero que hay razones para seguir creyendo que, aún en un cementerio se encuentran las soluciones y las verdades a muchas incógnitas que nos pueden solucionar la vida.

 

Porque, el otro día comencé a soñar con una historia, ese “algo” que, en un principio fueron letras, logró meterse en mi mundo de sueños, y si, muchos comprenderán que lo revolucionaron.

 

Hoy, como un día cualquiera, un tanto lluvioso, solo vi a un joven pasar por una banqueta del parque, así como muchos otros, pero este joven, enfundado en su chompa azul a tono con el cielo gris, escuchando quién sabe que, con sus audífonos, con un gorro de los que están a la moda,  podría haber pasado por común, pero no lo fue, porque muchos otros comunes pasaron por aquel lugar, pero él se detuvo a mirar lo que había en la banqueta.

 

Yo miraba de lejos, solo con un lápiz, y un cuaderno de apuntes, sí, dibujitos y hojas dobladas por todas partes.

 

Aquel joven solamente se sentó en la parte izquierda de la banqueta, y en un acto de observación exhaustiva, de un lado hacia el otro, con gesto exagerado, se movió a su lado derecho, tímido, intrigado, sorprendido, solo observó a su lado derecho, con una curiosidad que le llamaba al corazón, como cuando eres joven y haces un juego de intercambio de regalos, las ansias te comen por saber quién te dará la sorpresa anhelada, y solo se hace realidad cuando abres dicho regalo.

 

Aquel joven, tan común como los demás, dejo de ser común porque, sea por curiosidad, deseo, locura, o simplemente porque ese día, él sería diferente, decidió sentarse y curiosear algo que era ajeno a él, porque no muchos lo hicieron.

 

Lo tomó en sus manos, no iba más allá, del tamaño de un cuaderno, ni tan delgado ni tan enciclopédico, ese “algo” fue abierto, había tinta en su interior, esbozados ciertos jeroglíficos comprensibles, y no muy extravagantes:

 

VIDA, AMOR Y SANGRE…

Hoy es tu turno de tomar una decisión

 

De un “alguien”:

Que aprendió a escribir sus sueños, aprendiendo a vivirlos y hacerlos realidad, que aprendió que la sangre corre por las venas, pero que también se la puede dejar fluir por las letras de la vida.

 

Para un “alguien” que talvez está a punto de vivir aquello que implica soñar… si es a ti, pues espero que nunca olvides lo de niño, soñar, soñar y soñar… que de aquí, la historia solo comienza a reescribirse.

 

Aquel joven, tomó su tiempo en la lectura, esbozó una ligera sonrisa, tomo ese “algo”, y lo guardo en su bolsillo, con mucho cuidado, como cuando alguien toma algo robado, rápido pero con cuidado, y luego de un suspiro, se levantó de la banqueta y continuó con su camino, sin quitar la mano del lugar donde había guardado, aquel objeto.

 

Aquel momento comprendí que mi trabajo estaba realizado, hice un apunte:

 

Así comienzan los sueños…

 

Hice un dibujo, tomé mis audífonos, y me levante de mi lugar junto a un árbol, me sacudí y caminé en dirección opuesta a aquel joven, solo sonreí, sabía que aquello solamente era el inicio… sí, el inicio donde se REESCRIBEN LAS HISTORIAS. 

CORPORACIÓN 

MARCANDO

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